El proyecto se centra en la adecuación de un edificio existente para albergar gran parte de la nueva Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Sevilla, en concreto laboratorios, talleres y departamentos.

El edificio existente se encuentra en un estado inacabado, por tanto, de construcción muy reciente. Su uso, aunque docente, iba a ser sustancialmente diferente. Lo que iba a ser un centro de transferencia de conocimiento entre la Escuela de Ingenieros y la empresa privada, se reconvierte en la sede de esta parte de la Escuela Politécnica, cuyas instalaciones actuales son insuficientes y están obsoletas.

Precisamente es este cambio de uso concreto el que provoca que en gran parte del complejo construido haya que llevar a cabo transformaciones estructurales de relativa importancia, al cambiar el estado de cargas del edificio.

Se rediseña, a su vez, el gran vacío central del complejo, la gran plaza de relación y estancia. Un espacio «campus» de gran entidad y marcado carácter urbano.